Capistrano está
compuesto por un grupo humano multidisciplinar formado por
experimentados profesionales de diferentes especialidades
que trabajan en equipo para abordar cada caso de manera personalizada,
entre los que cabe destacar psiquiatras, psicólogos,
terapeutas, nutricionistas y doctores en Medicina General
que integran su equipo residente.
Además, cuentan con unas magníficas instalaciones
hoteleras que garantizan el ambiente relajado y confortable
necesario para llevar a buen fin el proceso de desintoxicación
y deshabituación.
También disponen de 64 camas en habitaciones individuales,
dobles y suites, todas ellas con baño y aire acondicionado,
así como de otros equipamientos importantes, como piscina,
cancha de baloncesto, billar, tenis de mesa, gimnasio, sauna
y jacuzzi, aparte de diversas salas de videoterapia, manualidades
y otras actividades complementarias.
Adicciones
Un cambio de costumbres, irritabilidad, pupilas
dilatadas, adelgazamiento, cambios en la forma de vestir o
en las amistades y discusiones con otros miembros de la familia
suelen ser los signos más frecuentes de adicciones
en el caso de consumo habitual, aunque en el caso de consumo
experimental resulta más difícil su detección
porque no existen signos claros, sino tan solo cambios repentinos
de hábitos y horarios.
El primer paso que se debe dar para empezar un tratamiento
es acudir a un especialista o centro especializado, ya que
ellos son los profesionales más indicados para aconsejar
acerca del tipo de tratamiento más adecuado en cada
caso y cómo debe abordar la familia este problema.
Clínica Capistrano trata toda clase de adicciones debido
a que tienen un mismo denominador común, ya sean adicciones
a sustancias químicas (alcohol, cocaína, heroína,
pastillas, etc.), adicciones no químicas (depresión,
ludopatía, compras, sexo, Internet, etc.) o trastornos
alimentarios (anorexia, bulimia y obesidad), que son los que
están sufriendo un mayor incremento porcentual de ingresos
y consultas durante los últimos años.
Papel
de la familia
El papel de la familia es fundamental, tanto
en el proceso de deshabituación como en el de reinserción.
Para ello, deben contar con el asesoramiento de un especialista
experto con el objetivo de conocer cómo hay que actuar
en cada situación que se pueda presentar. En este sentido,
el conocimiento de la enfermedad y de sus posibles consecuencias
es básico.
Factores de éxito o fracaso
Tener un conocimiento de la enfermedad adictiva
y de uno mismo, vencer el mecanismo psicológico de
negación del problema, comprender el presente o reflexionar
sobre su historia personal para entender cómo ha llegado
a la situación actual son factores determinantes para
el éxito del tratamiento.
Por eso, la etapa más importante del proceso de un
adicto es la del internamiento, para poder desconectar así
de su mundo cotidiano de obligaciones laborales y familiares
y, de esta forma, poder centrarse en sí mismo.
El programa Capistrano
El programa Capistrano es la consecuencia de
20 años de trabajo del Director de Clínica Capistrano,
el Psiquiatra Dr. Vázquez Roel, en este ámbito
y es el conjunto de técnicas y procedimientos que el
paciente adicto debe aprender y practicar con el fin de superar
su adicción.
La duración del mismo es de un año, dividido
en dos fases complementarias:
- Una primera de internamiento en la clínica para el
proceso de desintoxicación, si fuera necesario, y el
psicodiagnóstico para identificar otros posibles problemas
psiquiátricos, psicológicos o familiares que
requieran tratamiento específico.
- Una segunda de tratamiento externo o mantenimiento y consolidación
de hábitos.
La primera fase dura entre 30 y 60 días, mientras que
la segunda suele durar entre 10 y 11 meses.
Futuro
Actualmente, Clínica Capistrano está
desarrollando un ambicioso plan de expansión que les
debe llevar a que todo el mundo interesado en esta problemática
conozca su programa. Su estrategia se basa en acuerdos con
centros colaboradores de toda la Península y Canarias
que se identifiquen con este proyecto, con su filosofía
de tratar esta enfermedad y con personal experto que deberá
pasar un periodo de formación en las instalaciones
de la propia clínica, que están situadas en
Mallorca.
Muchos de sus pacientes no son residentes en Baleares, por
lo que su objetivo es realizar la segunda parte del tratamiento
de rehabilitación en la vivienda del usuario, potenciando
de esta manera su reinserción y arraigo familiar, pero
siempre bajo el paraguas protector de un Centro Capistrano
cercano a su domicilio.
En estos momentos disponen de centros colaboradores en Madrid,
Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia y Vigo, y en el
plazo de un año pretenden multiplicar por tres el número
de centros.
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