UN POCO DE HISTORIA
Aunque para Occidente sea un descubrimiento
reciente, la salsa de soja es consumida por los pueblos de
Oriente desde hace más de 2500 años. Sin embargo,
fue en el siglo VI cuando esta salsa adquirió un gran
protagonismo debido a un mandato de la religión budista,
muy extendida en aquella época, que prohibía
el consumo de carne.
La búsqueda de alimentos alternativos centró
la atención en la soja, cereal rico en proteínas,
y propició el descubrimiento de esta deliciosa salsa.
Hoy en día, es un elemento esencial en la cocina oriental
y también cada vez más en nuestra cocina mediterránea.
La historia de KIKKOMAN comenzó en 1.600 en Noda,
cerca del actual Tokio, cuando las familias fundadoras de
esta empresa comenzaron a elaborar condimentos alimenticios
de alta calidad. Hasta llegar a nuestros días, esta
entidad se ha ido consolidando a lo largo de cuatro siglos
gracias a su condición de organización puntera
en innovación, tecnología, promoción
y comercialización de sus productos. Hoy cuentan con
unas oficinas centrales situadas en Japón, cuatro fábricas
y once oficinas subsidiarias repartidas por el resto del mundo,
un hecho que ha permitido que actualmente esta firma sea la
salsa de soja más vendida y reconocida por su calidad
en los cinco continentes.
ÚNICA POR SU CALIDAD
KIKKOMAN es la única salsa de soja totalmente
natural que se elabora según la receta tradicional
japonesa del siglo XVII.
Sus únicos ingredientes son agua, soja, trigo y sal.
KIKKOMAN es la única salsa de soja que no contiene
aditivos ni colorantes, no como otras marcas elaboradas con
conservantes y otros ingredientes ajenos a la receta original
japonesa (como azúcares, jarabes o zumos tropicales).
Además es baja en calorías (sólo 56 Kcal/100
gr) y KIKKOMAN certifica usar sólo “soja no modificada
genéticamente”.
ÚNICA POR SU SABOR
Al igual que ocurre con la elaboración
de los buenos vinos, la fermentación y elaboración
de la salsa de soja KIKKOMAN se realiza de forma artesanal,
empleando un cuidado proceso de seis meses utilizado en Japón
durante siglos.
Su calidad y sabor inigualables, características más
que reconocidas por los mejores chefs internacionales, le
han permitido estar presente en las cocinas de todo el mundo,
otorgándole el liderazgo entre las salsas de soja.
A diferencia de otras salsas elaboradas industrialmente, KIKKOMAN
ofrece una riqueza aromática inigualable con más
de 280 matices, gracias a su proceso de fermentación
natural.
ÚNICA POR SU VERSATILIDAD
Su gran versatilidad hace que sea perfecta para
condimentar todo tipo de platos, tanto orientales como occidentales.
Su sabor ligeramente salado convierte a la salsa de soja KIKKOMAN
en el condimento perfecto para la cocina de todos los días,
tanto si se utiliza como ingrediente o como aderezo; no como
otras marcas de sabor dulce y que resultan poco adecuadas
para la elaboración de recetas mediterráneas.
Por todo ello resulta ideal con cualquier alimento de nuestra
dieta mediterránea: verduras, pollo, pescado, carne,
pasta, arroz, huevos....
SUGERENCIAS DE USO
Su gran exquisitez, así como su fácil
y cómoda utilización, permiten que KIKKOMAN
tenga posibilidades infinitas en su uso. Estas son algunas
sugerencias de las muchas posibles que se pueden realizar
con un poco de imaginación:
- Aliño fácil y sano para ensaladas con aceite
de oliva batido y salsa de soja KIKKOMAN.
- Asados de carne untados con mostaza y regados con salsa
de soja KIKKOMAN antes de su cocción.
- Cualquier tipo de pescado macerado con una mezcla de salsa
de soja KIKKOMAN, un poco de miel, aceite, pimienta y ajos
picados o directamente sobre el pescado a la plancha, en su
salsa o marinado.
- Verduras en crudo maceradas con salsa de soja KIKKOMAN y
jengibre en polvo. o añadir unas gotas en su rehogado,
salteado o antes de su cocción si se preparan al vapor.
- Filetes de pollo a la plancha macerados con salsa de soja
KIKKOMAN y un poco de Jerez seco.
- Platos a base de huevo (tortillas, empanados, huevos revueltos)
con unas gotas de KIKKOMAN una vez se hayan batido.
- Arroz rehogado con KIKKOMAN o añadido en la salsa
con la que se condimente o directamente sobre éste
ya listo para servir.
- Salsas para pasta con KIKKOMAN, tanto añadida en
bases de tomate como de nata.
- Sopa de fideos con caldo de ave, pollo, jamón dulce,
piñones y salsa de soja KIKKOMAN.
- Quesitos fritos, rebozados con huevo batido y pan rallado
y acompañados de salsa de soja KIKKOMAN.
Nuestro Consejo
La salsa de soja KIKKOMAN contiene un porcentaje
de sal. Por lo tanto, le aconsejamos que reduzca la cantidad
de sal en la comida en que la piensa utilizar. Su uso continuado
permite encontrar la medida de su gusto.
CURIOSIDADES
Todo lo referente a la salsa de soja KIKKOMAN ha sido cuidadosamente
seleccionado.
Fiel reflejo de la cultura japonesa es la elección
de su logotipo y su nombre, los cuales tienen un significado
muy especial:
- Logotipo: El hexágono simboliza el caparazón
de una tortuga, animal que representa felicidad, riqueza y
una larga vida y que, según el folklore japonés,
vive 10.000 años.
Dentro del hexágono encontramos un símbolo japonés
que significa 10.000, número de la buena suerte que
pronostica un largo y exitoso desarrollo.
- Nombre de la compañía: tampoco está
elegido al azar. Así, en japonés la primera
parte “Kikko” significa caparazón de tortuga
y “man” el número 10.000.
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