¿Por
qué envejecemos?
A esta pregunta tanto el Dr. Hernández como el
Dr. Almirall contestan con idénticas palabras:
por nuestra carga genética, por cómo nos
afecta el ambiente que nos rodea (contaminado, estresante...)
y también condicionados por nuestra alimentación.
Todo, afirman, altera y modifica nuestro comportamiento
orgánico. En una vida en la que el organismo
nace, crece y después envejece, dos de los actos
imprescindibles para nuestro desarrollo y supervivencia
son la respiración y la alimentación.
El cuerpo humano cuenta con dos membranas nutritivas,
una de ellas en el pulmón y otra en el intestino,
importantísimo el comportamiento de esta última
para entender en qué consiste el inmunoanálisis
alimentario. “Sólo una parte pequeña
de la población soporta el envejecimiento de
una forma digna -explica el Dr. Almirall-, de manera
que hoy se entiende que una persona de 80 años
es ya vieja cuando la medicina antiaging considera que
en esa edad se está en plena plenitud de la madurez”.
La membrana intestinal, clave en la absorción
de nutrientes
La nutrición es un aspecto muy importante para
lograr una buena calidad de vida y para afrontar el
proceso de envejecimiento. En este sentido, el Dr. Almirall
sostiene que “la medicina antiaging es la única
disciplina que ofrece una visión global del cuidado
del cuerpo, sin centrarse en una parte concreta, integrando
en sus protocolos todo tipo de analíticas, entre
las que figuran las relativas a las alergias intestinales”.
La membrana intestinal se encuentra en el intestino
delgado, que en los adultos puede medir en torno a 7
metros. Allí se produce la absorción de
la mayoría de nutrientes necesarios para sobrevivir.
El intestino humano tiene una pared de vellosidades,
con una sola capa de células que realizan la
absorción de los nutrientes. Lo que ocurre es
que, si un alimento altera inmunológicamente
esa pared intestinal, favorece la penetración
de macromoléculas tóxicas, dificultando
además la necesaria penetración de los
nutrientes.
El inmunoanálisis alimentario tiende a buscar
los anticuerpos IgG (reacción de sensibilidad)
a los alimentos que los producen. Al dejar de consumir
los alimentos que generan sensibilidad en nuestro organismo
se ha comprobado que se mejoran muchos síntomas
inespecíficos (eczemas, nerviosismo, fatiga,
diarreas, dolores de cabeza, asma inespecífica)
y consecutivamente se facilita la pérdida de
peso. Además, al no ingerir alimentos alérgenos,
no se produce alteración de la pared intestinal,
evitando así la inflamación.
Una técnica como base de un profundo
estudio al paciente
El inmunoanálisis alimentario es una técnica
médica practicada en EE.UU. durante los últimos
12 años. En España, se practica desde
hace poco menos de una década. Tanto el Dr. Almirall
como el Dr. Hernández nos explican que se trata
de una extracción de sangre convencional. La
muestra extraída la envían a EE.UU. (trabajan
con los laboratorios americanos de referencia) ya que,
aunque en España existan laboratorios capaces
de hacer este tipo de analíticas, allí
tienen mayor experiencia en los reactivos que corresponden
a los alimentos que comemos habitualmente.
Además de un completo examen hematológico,
los dos especialistas realizan en sus consultas un completo
estudio de la composición corporal del paciente
mediante DEXA (densitómetro de alta resolución).
Con ello obtienen la información sobre la cantidad
de grasa y musculatura, así como masa ósea
del paciente, lo que permite calcular su peso óptimo.
El inmunoanálisis incluye además de un
chequeo completo al paciente, un programa nutricional
alimentario totalmente personalizado.
Explica el Dr. Hernández que el inmunoanálisis
alimentario es, en definitiva, “una herramienta
que permite conseguir un cambio en los hábitos
del paciente, marcándole unas correctas pautas
nutricionales, lo que incidirá positivamente
tanto en su lucha contra la obesidad como en el retraso
de su envejecimiento”.
Por otra parte, como añade el Dr. Almirall, “realizamos
análisis del funcionamiento celular para saber
si el paciente genera radicales libres y si tiene deficiencias
de nutrientes esenciales (minerales, vitaminas y aminoácidos),
al tiempo que se valora su riesgo cardiovascular y,
en casos extremos, se analizan (a través de estudios
genéticos) las probabilidades de padecer determinados
tipos de cáncer”. Se trata, en palabras
del Dr. Hernández, “de crear nuevos hábitos
de alimentación, reforzar el tratamiento con
ejercicio físico y complementar la dieta con
complementos nutricionales”. “Estos análisis
no se centra únicamente en la extracción
de sangre, sino que incluyen también el estudio
de las células epiteliales de la boca para la
realización de estudios genéticos que
permitan conocer de forma personalizada la situación
de cada paciente, porque para nosotros los pacientes
tienen nombres y apellidos, no son sólo una historia
única como ocurre en la mayoria de los casos”,
concluye el Dr. Almirall
Dos centros de referencia
En 1990 nacía en Barcelona el centro C.I.D.O,
de la mano de su titular el Dr. Almirall, un referente
en el tratamiento de la osteoporosis desde 1987, cuando
era una enfermedad que aún planteaba muchos interrogantes.
Su centro, actualmente especializado en osteoporosis,
tratamiento de la obesidad y terapia antiedad, se dedicó
en un principio básicamente al diagnóstico,
investigación y tratamiento de la osteoporosis,
creyendo que sería una de las patologías
más importantes a partir del 2000, como así
ha sido. De hecho, el Dr. Almirall habla actualmente
de dos epidemias: la osteoporosis, que afecta más
a los adultos; y la obesidad, más común
entre los jóvenes. Al tratar la osteoporosis,
apunta el D. Almirall “estamos realizando también
una terapia antienvejecimiento, tratando con medicamentos
la estructura ósea para que no envejezca”.
El Dr. José Hernández Maraver es parte
integrante del Centro Clínico Diagnóstico,
ubicado en Madrid. Una institución privada, dotada
para la aplicación de todas las técnicas
actualmente vigentes, encaminadas al Diagnóstico
por la Imagen. A lo largo de más de 40 años,
se han ido incorporando a este centro tanto la aparatología
como el personal especializado, hasta disponer de la
más completa infraestructura técnica y
humana necesaria para abordar su especialidad. Además
de todas las técnicas reconocidas enmarcadas
dentro del ámbito del Diagnóstico por
la Imagen (TAC-Scanner helicoidal, densitometría
ósea, resonancia magnética, ecografía,
medicina nuclear...) el Centro Clínico Diagnóstico
realiza exploraciones analíticas específicas,
tales como técnicas de radioinmunoanálisis
y tratamientos en medicina nuclear.
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