El objetivo
es enseñar a sus alumnos a vivir y a convivir
en una sociedad auténticamente democrática,
culta y refinada en sus formas, al tiempo que se les
aporta un alto nivel de conocimientos y se fomenta la
inquietud por el saber.
Cuentan quienes conocieron a Pere Vergés que
su prioridad siempre fue la de formar a personas en
su sentido más amplio. Quería que de su
escuela salieran hombres y mujeres que supieran vivir
en sociedad, en un marco de máximo respeto, solidaridad
y colaboración. Para ello creó una estructura,
que en sus escuelas se conoce como Vida Social, y que
constituye a la práctica la materialización
de su ideario.
Decía Pere Vergés: “deberíamos
ser capaces de crear dentro de la escuela una ciudad
ideal, en la que cada alumno fuera un ciudadano en el
ejercicio de unos derechos y unos deberes significativos
de una responsabilidad, en relación con el fin
superior que sería la colectividad. De este modo,
el individuo pasaría harmónicamente del
grupo familiar a la clase, de ésta a la Escuela
y de la Escuela a la ciudad”.
Y así fue. Fundació Escoles Garbí,
que actualmente integra a Escola Gabí y a Institució
Pere Vergés, es la herencia de esta filosofía
pedagógica. Los dos centros, privados y concertados,
imparten enseñanza reglada desde una perspectiva
no confesional, de Educación Infantil a Bachillerato,
sumando en la actualidad más de 1500 alumnos
matriculados.
VIDA SOCIAL en la Escuela
Hablar de VIDA SOCIAL es referirse a la esencia de las
escuelas que creó Pere Vergés. Se trata
de una fórmula pensada para poder hermanar al
máximo los conceptos de hombre y sociedad, no
por medio de clases teóricas o de debates convencionales,
sino a través de la vida misma de la escuela.
VIDA SOCIAL responde a una estructura pensada para hacer
posible un proyecto pedagógico. Una herramienta
por la que cada alumno se siente como un individuo que
pertenece a un grupo, desarrollando una actividad que
repercute en su colectividad.
Desde Educación Infantil y Primaria, los alumnos
de las Escuelas Garbí se agrupan en equipos por
colores (blanco, verde y azul) y ocupan cargos dentro
de la organización de la vida en la Escuela.
Los vínculos que unen a los miembros de un mismo
color son muy fuertes, trabajando siempre a favor del
interés común, haciendo desaparecer intereses
personales y “divismos”. Los cargos (encargado
de comedor, de biblioteca, de orden interno...) surgen
como una necesidad de servicio a la comunidad, de participación
activa en la vida de la Escuela. De este modo, la Vida
Social en las Escuelas de la Fundació Escoles
Garbí está vertebrada en grupos de participación
en los que los alumnos, elegidos democráticamente,
ejercen cargos responsables e intervienen en el gobierno
de la Escuela.
Ciencia, ética y estética, tres
pilares básicos
Para las Escuelas Garbí, sus alumnos deben conseguir
un denominador común que integre los siguientes
factores:
- máximos conocimientos en el campo de las ciencias
físicas y naturales y en el ámbito de
las humanidades, con el fin de que tengan una amplia
formación que les permita desarrollarse en un
mundo competitivo en el que se exige la formación
integral de las personas. En palabras de Pere Vergés,
el objetivo es “formar a personas pensantes. No
quiero cabezas llenas, sino bien estructuradas”.
- educación en la ética como personas,
a través de una educación para la ciudadanía
basada en el respeto. Los alumnos deben adquirir los
hábitos de saber mandar y obedecer; así
como aprender que toda actuación individual tiene
trascendencia en el grupo. Todos los miembros de la
comunidad escolar de Fundació Escoles Garbí
tienen conciencia de ser ciudadanos de esta ciudad que
denominan Escuela.
- educación en la estética, aportando
la formación suficiente para valorar y apreciar
la belleza de las creaciones artísticas, educando
en la sensibilidad y predisponiendo a sus alumnos a
la satisfacción por las cosas bien hechas.
Fundació Escoles Garbí cuenta con las
infraestructuras y todo el material técnico y
didáctico necesario para dar soporte a su proyecto
pedagógico en todos sus ámbitos, pero
su mayor activo es el equipo humano de profesionales
en constante innovación pedagógica.
En sus escuelas se potencia el uso de las biblioteca
desde los primeros cursos, inculcando el placer de la
lectura como alternativa de ocio. También el
ajedrez forma parte del proyecto educativo de estos
centros, por entender que fomenta el razonamiento abstracto
en los alumnos y mejora la agilidad mental.
En el concepto de Vida Social de estas escuelas es muy
importante también el comedor, entendido como
un lugar de convivencia que ayuda aprender a comportarse,
con orden y pulcritud, adquiriendo hábitos de
gran importancia para su futuro personal y profesional.
La realidad social y profesional del siglo XXI hace
imprescindible una constante revisión y actualización
del ideario pedagógico, potenciando las nuevas
tecnologías, los proyectos europeos y los idiomas.
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