Las leyes de la naturaleza
han preparado el cuerpo de la mujer para que pueda dar a luz
sin complicaciones, pero una pequeña ayuda para vivir
este mágico proceso de la forma más saludable
posible nunca viene mal. Los ginecólogos aconsejan
seguir un entrenamiento adecuado durante el embarazo no sólo
para conseguir un parto más fluido, sino para mejorar
el estado físico de la madre.
A diferencia de otros métodos de entrenamiento maternal,
LENOARMI es un programa global en el que la mujer embarazada
comienza a prepararse para el parto a partir del cuarto mes
de gestación. El entrenamiento se basa en una reeducación
funcional que estabiliza su constitución física
a través del movimiento, la oxigenación y la
relajación. Los ejercicios ayudan a prevenir y eliminar
los problemas de circulación, espalda y piernas cansadas,
estimulan la correcta ubicación del bebé en
la pelvis, tonifican la musculatura y el sistema nervioso
y ayudan a establecer un vínculo afectivo con el bebé.
Así consigue estar en plena forma durante el embarazo
y prepararse para esa "maratón" que es el
parto, ordenando a su cuerpo que se relaje o empuje en el
momento adecuado, aunque utilice anestesia epidural. Por otra
parte, el físico se recupera más fácilmente,
algo especialmente útil a partir del segundo embarazo,
en el que la musculatura de la mujer está más
cedida.
Las sesiones prácticas se completan con sesiones teóricas
en las que se recomienda que participe la pareja para saber
cómo puede apoyar a la gestante y facilitar el embarazo
y el momento antes del parto.
Recuperación
postparto
En LENOARMI, las recién estrenadas mamás
pueden comenzar la recuperación postparto a las dos
semanas de haber dado a luz. Los primeros ejercicios tienen
como objetivo recuperar el suelo pélvico y se realizan
junto con el bebé en un entrenamiento a dúo,
con movimientos aeróbicos que favorecen el estímulo
afectivo de madre e hijo.
Si la mujer ha tenido un parto difícil o sufre de incontinencia
urinaria postparto, se recomienda hacer una rehabilitación
intravaginal en una primera fase. También se recupera
la musculatura perineal con ejercicios específicos
que trabajan la cintura para reducirla y subir el suelo pélvico.
No se trata de abdominales tradicionales, ya que perjudicarían
la musculatura, -por eso los médicos no recomiendan
hacer gimnasia durante la cuarentena-, sino de unos ejercicios
específicos que tienen como objetivo recuperar el tamaño
normal útero, recolocar de nuevo la pelvis y reducir
el vientre.
Esta rehabilitación del suelo pélvico puede
durar unas seis sesiones, dependiendo de cómo se ha
desarrollado el parto. Más tarde, la madre ya puede
seguir un entrenamiento global con ejercicios en los que se
trabaja a nivel cardiovascular, de tonificación general
y de reeducación postural, acompañada siempre
por el bebé y con una música especial para cada
sesión. El bebé se acopla a los movimientos
de la madre y desarrolla así su cerebro y conocimiento
del entorno.
Con este entrenamiento la madre consigue una tonificación
global que le permite estar oxigenada y recuperar energías,
así como eliminar tensiones y poner de nuevo en marcha
su ritmo de vida. Por eso, es difícil que una madre
que realiza un buen programa de recuperación sufra
una depresión postparto.
El método LENOARMI para postparto se realiza tanto
dentro como fuera del agua. Durante el primer mes, el padre
puede entrenarse en la piscina con su bebé hasta que
la madre pueda incorporarse al agua.
La actividad en el agua es un medio para educar la conducta
del bebé al mismo tiempo que se adapta al medio acuático.
"La finalidad es que el niño crezca "bilingüe"
de agua y de tierra para que domine ambos medios a los tres
años", señala Noemí Suriol, directora
del centro LENOARMI y cofundadora del método junto
a su madre, la desaparecida Maria Rosa Puigvert. "En
el agua se establece un vínculo afectivo más
intenso, si el niño llora, el padre debe aprender a
calmarlo él sólo. Y si el bebé aprende
a confiar en su padre en un medio tan inseguro como éste,
también lo hará fuera de él", afirma
Noemí Suriol.
Los bebés aprenden no sólo a moverse, sino a
reaccionar de forma más rápida ante los imprevistos,
a acostumbrarse al esfuerzo y obtener metas. Es un proceso
suave y progresivo que no tiene como objetivo aprender a nadar
inmediatamente, sino darles confianza en el agua.
La piscina del centro está tratada con oxígeno
especial para bebés y sólo admite grupos reducidos
para que se pueda realizar un buen entrenamiento.
Escuela para Padres
El método LENOARMI para madres y bebés
se engloba dentro de un concepto de Escuela para Padres que
complementa estos programas de ejercicios con una serie de
cursos, conferencias y seminarios que ofrecen a las familias
la posibilidad de aprender a controlar situaciones que suelen
ser angustiosas para los padres primerizos, como el sueño
de los niños, sus horarios, comidas, problemas dentales,
resfriados, cólicos, etc, así como encauzar
la conducta de su hijo mientras se va haciendo mayor.
LENOARMI también imparte un curso dirigido a las canguros
para que sepan afrontar este tipo de problemas más
comunes.
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