¿Cuándo
se constituyó PROIN?
PROIN fue fundada en el año 1996 por dos socios:
Francisco Muñoz, que actualmente es el responsable
del área administrativa, y Ferran Jané,
que me encargo de la dirección técnica
y comercial. A día de hoy también contamos
con varios ingenieros industriales y con un equipo
humano altamente cualificado y experimentado.
¿Cuáles son sus líneas
de negocio más importantes?
Los orígenes de PROIN estuvieron orientados
hacia el campo de la consultoría de productividad,
aunque poco a poco fuimos entrando en el sector de
la consultoría logística, hasta el punto
de que en estos momentos el 60% de nuestras acciones
se centran en la logística y el 40% restante
en producción.
¿En qué consiste su actividad
como consultoría logística?
Nuestra actividad en el terreno logístico puede
abarcar tanto a la mejora de almacenes existentes
como al diseño de almacenes nuevos, incluyendo
desde el proyecto de organización de cualquier
tipo de almacén con sus medios más adecuados
hasta el diseño de procesos y establecimiento
de la plantilla óptima que deben trabajar en
dicha instalación.
¿Y como consultoría productiva?
También abarcamos las dos vertientes anteriores,
aunque esta vez aplicadas al ámbito de la organización
productiva. Así, cubrimos el diseño
y distribución de los medios de fabricación
y los procesos de trabajo de las personas que tienen
que realizar esa actividad en la planta productiva.
Es importante destacar que tanto en logística
como en producción tenemos la capacidad para
diseñar e implantar, aparte de los correspondientes
proyectos de organización, un sistema de incentivos
para que la plantilla de profesionales obtenga un
estimulo adicional en base a su trabajo.
¿Qué ventajas competitivas
conlleva la aplicación de estos proyectos organizativos?
El hecho de que tengamos muy estandarizados nuestros
procedimientos para estudiar y diseñar la óptima
organización de un almacén o de una
cadena productiva nos permite vislumbrar de forma
ágil y rápida las capacidades reales
que puede llegar a alcanzar una empresa determinada,
así como los medios que se deben implantar.
Esto se traduce a corto plazo en una extraordinaria
optimización de los recursos y, por tanto,
en un ahorro económico y en un aumento de las
ganancias para nuestros clientes.
¿Para qué tipo de clientes
trabajan?
En logística, podemos trabajar para cualquier
clase de compañía que tenga un almacén,
sea del producto que sea, mientras que en producción
solemos colaborar con aquellas firmas en las que la
mano de obra sea un elemento de gran valor. |