Tras más de
60 años de trayectoria, Franklin Templeton cuenta con
más de 350 millones de dólares gestionados en
activos, lo que supone un 1,8% más que el mercado español
de fondos de inversión, además de 10 millones
de cuentas de clientes en los cinco continentes, lo que les
sitúa entre los líderes mundiales de la gestión
de fondos y servicios de inversión.
"Somos
escogedores de oportunidades de gestión"
¿Desde cuándo tiene presencia Franklin Templeton
en España? ¿Cuál es su actividad en nuestro
país?
Franklin Templeton nacía en los años 40 en
EE.UU. del acercamiento de cuatro expertos en la gestión
de fondos de inversión. A España llegaba en
1998, abriendo oficina en Madrid, que actualmente se responsabiliza
de España, Portugal y Andorra, aunque ya teníamos
presencia como inversores en España y Europa desde
los años 50.
En España no realizamos ninguna labor de gestión
de activos, sino de comercialización y apoyo a los
distribuidores, con total independencia de cualquier entidad
bancaria o cualquier otro grupo, separando además la
gestión de fondos de cualquier actividad comercial.
Somos fabricantes de fondos y lo que pretendemos es que nuestra
red de distribuidores sea la que asesore al cliente de la
mejor inversión en cada caso.
En Franklin Templeton somos escogedores de oportunidades de
gestión. Ofrecemos alternativas de inversión
en los sectores en los que cada clase de activo es más
consistente, contemplando por supuesto los mercados emergentes
pero sin crear estereotipos sobre qué sectores son
los mejores o peores para realizar una inversión. Los
mercados son como seres vivos, en el sentido de que son cambiantes
y evolucionan, por lo que poner etiquetas a los sectores me
parece cuanto menos arriesgado. Yo creo que en el matiz está
la diferencia.
Por ejemplo, actualmente no siempre los fondos de tecnología
son los más rentables. Hay que observar el mercado
con espíritu crítico y ser capaz de ver objetivamente
si eso va a ser rentable al cabo de cinco años, no
sólo en el momento. Las gestoras que forman parte de
nuestra compañía fabrican fondos y analizan
las oportunidades de gestión basándose en datos
propios, recogidos por nuestros analistas, no sólo
sobre la base de lo que ahora está de moda, sino con
la capacidad de prever beneficios a largo plazo.
¿Cuál es la filosofía
de inversión de la compañía?
Podríamos resumirla en dos conceptos: inversiones
a largo plazo y diversificación. Diversificación
porque, al hilo de lo que antes decía, raramente apostamos
por ningún sector en concreto, empresa o clase de activo,
porque la experiencia estadística demuestra que diversificar
es la opción más razonable a la hora de compaginar
rentabilidad y riesgo. En cualquier mercado y en todos los
sectores siempre encontramos oportunidades de inversión
porque contamos con más de 400 analistas "a pie
de obra" que forman sus propias opiniones de las compañías.
Por poner un ejemplo, diría que nosotros no pensamos
en inversiones en el sector del petróleo, sino en compañías
concretas de ese sector, teniendo en cuenta eso sí,
los factores económicos que le afectan y sabiendo enmarcar
la inversión en un contexto concreto. Por otro lado
nuestra filosofía se basa en inversiones a medio largo
plazo, entre 3 y 5 años, que permiten al inversor contemplar
sus inversiones con perspectiva, sin el agobio diario de la
oscilación de los mercados.
Cuando se habla de inversiones se tiende a
pensar siempre en rentabilidad ¿no cree que es importante
también poner de relieve los riesgos que se asumen?
Por supuesto. No somos un sector que dé muchos titulares
en prensa, pero cuando eso ocurre siempre se habla de rentabilidad
de los fondos, de los que son más rentables, etc.,
creando entonces tendencias de inversión, porque todo
el mundo quiere invertir en los que, según se dice,
son más rentables. Pero nunca se habla de los riesgos
que se asumen invirtiendo en ellos. A ese respecto debo decir
que un inversor tiene que ser consciente siempre de los riesgos
que asume y, en este sentido, el asesor tiene un papel clave.
Se trata de asesorar expectativas y proponer la mejor opción,
aunque al final el cliente es quien decide, equivocándose
a veces de camino.
¿Qué trazos definen el perfil
del inversor español?
Es muy conservador. El carácter español tiene
un fuerte componente ahorrador, también por motivos
históricos, además a la par de lo que ocurre
en otros países europeos. Estamos en un camino en el
que poco a poco se van viendo oportunidades, y sí que
se puede decir que el inversor español está
cada vez más dispuesto a fijarse en productos creativos
y fórmulas más innovadoras, pero todavía
estamos muy lejos, por ejemplo, del perfil de inversor anglosajón,
que no quiere decir que sea mejor ni peor: es distinto, cada
cual tiene su mentalidad.
En España se están notando desde hace algún
tiempo grandes cambios, por ejemplo en el ámbito de
las jubilaciones y fondos de pensiones, donde cada vez más
personas aceptan asumir algún riesgo a cambio de apostar
por una mayor rentabilidad. Es un proceso evolutivo largo,
por supuesto no es de hoy para mañana, pero tampoco
somos tan distintos de los demás. En definitiva como
inversores nunca queremos perder y, si ganamos algo, mejor.
En esto somos todos iguales.
En su opinión ¿Qué perspectivas
ofrece el mercado?
Podemos hablar de un crecimiento de la economía americana,
que desde nuestro punto de vista se producirá de una
forma moderada y estable. En este sentido, cabe destacar que
cuando se da una depreciación del dólar hay
una gran preocupación y, aunque es muy probable que
efectivamente se deprecie, el inversor debe tener en cuenta
que, frente a eso, invertir a largo plazo es la mejor opción,
porque entonces la preocupación por el dólar
ya no tiene tanto sentido al cumplirse ciclos de oscilación
completos. El largo plazo sin duda tranquiliza.
En cuanto a nuestros productos, los más distintivos
serán Franklin Mutual European, cuyo objetivo es el
crecimiento del capital invirtiendo en títulos de compañías
europeas; Franklin Mutual Beacon, que busca la apreciación
del capital a largo plazo y un nivel razonable y creciente
de ingresos mediante la inversión, principalmente,
en títulos de renta variable estadounidenses; Templeton
Growth, que persigue la revalorización del capital
a largo plazo invirtiendo en acciones de todo el mundo; y
Templeton Global Bond, cuyo fin es el crecimiento del capital
invirtiendo en títulos de renta fija emitidos por gobiernos
y compañías de todo el mundo.
¿Qué consejos daría al
inversor español?
Primero que se asesorara bien. El cliente-inversor necesita
que se le expliquen las cosas claramente, en un lenguaje que
pueda entender. La banca y el sector financiero en general
lleva años invirtiendo esfuerzos para asesorar al cliente,
intentando que haga una buena inversión. Y me parece
que es una vía acertada porque, en definitiva, los
bancos son quienes mejor conocen el estado económico
de sus clientes y, por tanto, pueden asesorar a conciencia.
Resulta curioso, pero así como cuando nos duele algo
vamos al médico, o cuando se nos estropea el coche
lo llevamos al taller, a grosso modo, cuando queremos "hacer
algo" con nuestro dinero, no consultamos con un especialista
en inversiones.
Creo que es necesario e imprescindible contar con alguien
que vigile y vele por nuestros intereses, aunque eso implique
a veces tener que escuchar cosas que no nos gusten. Un cliente
puede estar convencido de invertir en una determinada compañía
y puede ocurrir que su asesor le diga que no es lo que más
le conviene, en función de su perfil, de su posición
de riesgo o de su dinero disponible. Al final una buena inversión
es siempre aquella que nos deja dormir tranquilos. En segundo
lugar, aconsejo siempre la diversificación, como opción
que minimiza riesgos. Y, por último, creo que también
hay que ser consciente de lo que uno quiere y no quiere hacer.
Hay que mirarse al espejo y preguntarse si uno es o no inversor,
saber qué riesgos se está dispuesto a asumir
y, sobre todo, tener en cuenta que no todo es rentabilidad.
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