"Es necesario
mejorar infraestructuras viarias que permitan el desarrollo
de nuevas zonas industriales en Catalunya"
¿Qué aspectos están marcando
últimamente el desarrollo de la promoción de
suelo industrial en Catalunya?
Nuestro sector está marcado principalmente
por una escasez de suelo industrial y por los altos precios
tanto en los alquileres como en la venta de naves industriales.
Todo es consecuencia de una altísima especulación
por parte de los inversores, en un periodo de bonanza que
yo fecho entre 1993 y 2003.
La alta especulación ha alzado los precios del suelo
industrial hasta unos niveles que muchos empresarios no pueden
asumir, lo que está provocando multitud de consecuencias
negativas en el sector y empujando a muchas industrias a dejar
Catalunya para establecerse en otros lugares donde los precios
son más asequibles y la burocracia más ágil.
Comparando nuestra situación con la que se da en el
resto de España, puedo decir que en Madrid, Valencia
y Zaragoza, ahora mismo no existe el problema de falta de
suelo industrial que tenemos en Catalunya, pero sí
por ejemplo en Bilbao, donde se da una situación muy
parecida a la nuestra, con una gran falta de desarrollo de
suelo industrial.
¿Qué problemas plantea la burocracia
en Catalunya, en el sector inmobiliario industrial?
Numerosos e innumerables problemas. En Catalunya
las barreras burocráticas son enormes, empezando por
los Verdes y siguiendo por Medi Ambient. Baste decir que para
aprobar un Plan Parcial hace falta, con suerte, como mínimo
cuatro años, lo que ralentiza mucho los proyectos.
Este hecho, unido a los altos precios que en estos momentos
ofrece el suelo industrial sobre todo en Barcelona, hace que
numerosos empresarios elijan otras ciudades como Madrid, Valencia
y Zaragoza, donde la burocracia no pone tantas trabas, para
establecer sus industrias. En otras palabras, yo diría
que durante años, la Generalitat de Catalunya y, más
concretamente la cúpula de CIU se ha dormido, y los
propietarios se han despertado antes que ella, especulando
a su antojo ante la escasez de suelo industrial.
¿Cuál es la situación
actual del sector en Barcelona, como principal núcleo
industrial de Catalunya?
Hoy por hoy tener una industria en el Barcelonés,
Baix Llobregat, o el Maresme es un lujo que muchas industrias
no se pueden permitir. Ante esto el industrial lo que debe
hacer es vender su fábrica, por la que le van a pagar
una auténtica millonada, y trasladar su empresa a otro
lugar, siempre y cuando su actividad se lo permita. Esto no
es bueno para Barcelona, pero la situación no da lugar
a demasiadas opciones.
¿Y en el sector de los alquileres?
La situación que se da hoy en el sector
de los alquileres de naves industriales en Catalunya es fruto
en la mayoría de los casos de la ignorancia de los
inversores inmobiliarios, que desconociendo el tema industrial
se han dedicado durante años a comprar naves industriales
para alquilarlas. Lo que ocurre es que los precios que se
piden por esos alquileres hoy son tan altos que ahora hay
en el mercado un exceso de naves de alquiler (un 80%, frente
a un 20% en venta), y sus propietarios no saben qué
hacer con ellas. Las facilidades de financiación hacen
que el industrial pequeño prefiera lanzarse a la compra
de una nave, antes que asumir un alquiler tan alto, con lo
que los inversores se encuentran con unas naves industriales
que no pueden quitarse de encima.
¿Qué soluciones propone Grupo
Rossell ante la falta de suelo industrial en Barcelona y los
altos precios?
Grupo Rossell está apostando por la promoción
de suelo industrial en otras comarcas, concretamente l’Anoia
o La Segarra, como alternativa positiva. Unas zonas con grandes
posibilidades para el establecimiento de industrias de todos
los sectores, en las que la burocracia no es tan dura y los
Ayuntamientos ofrecen muchas más facilidades.
Estamos hablando de zonas en las que el metro cuadrado se
vendería entre 50 y 60€, en comparación
a los 500 y 900€ entre los que oscila el metro cuadrado
en Barcelona y sus comarcas.
¿En qué proyectos trabaja actualmente
el Grupo Rossell?
Dentro de nuestra estrategia de promocionar
nuevas zonas, ofreciendo suelo industrial a precios asequibles,
estamos trabajando en la promoción de suelo industrial
en Sant Guim de Freixenet (Lleida), en la comarca de La Segarra,
una población en la que ya hay establecidas numerosas
granjas, y en la que a partir de ahora con la creación
de un nuevo polígono, tendrán cabida todo tipo
de industrias que quieran trasladar allí su actividad,
ya sean del sector de la metalurgia, la logística,
etc. Nuestro eslogan en la zona es “Sant Guim de Freixenet,
calidad de vida”, un eslogan que define bastante nuestra
filosofía a favor del empresario.
¿Qué ventajas ofrece la zona,
a nivel de infraestructuras?
Las comunicaciones con Sant Guim son estratégicamente
muy buenas, ya que la población se encuentra a apenas
10 kilómetros de la A-2, la antigua N-II, a su paso
por La Panadella. Lo que ocurre es que hay que mejorar la
capacidad de esa vía, que es la carretera con más
tráfico rodado de España. Entre sus ventajas
está la de ser una vía sin peajes, algo que
valoran muchos empresarios a la hora de establecer allí
sus empresas. Esto es muy importante porque, por ejemplo,
la comarca del Bages es muy difícil de promocionar
precisamente por el tema de los peajes. Yo creo que se deberían
eliminar el 50% de los peajes de las autopistas catalanas
y, además, el resto deberían ser un 50% más
baratos. 
Sant Guim de Freixenet está situada en un enclave lleno
de ventajas, tan sólo es necesario mejorar la capacidad
de tránsito de la A-2. Por el contrario, debo decir
que la línea de RENFE que conecta Sant Guim de Freixenet
con Barcelona es poco menos que tercermundista y necesita
urgente atención por parte de RENFE, ya que un viaje
desde Barcelona a Sant Guim en esa línea resultaría
más rápido, si se me permite la expresión,
si se hiciera “en burra”. Creo que la Generalitat
debería presionar a RENFE para poner esa vía
de comunicación a la altura de las circunstancias,
y permitir así promocionar estas nuevas zonas de la
Catalunya rural, en el ámbito industrial.
Con estos nuevos proyectos, Grupo Rossell abre
nuevos caminos en la promoción de suelo industrial...
En Grupo Rossell hacemos país en Catalunya,
apostando por la promoción de suelo industrial en zonas
donde ningún promotor se ha arriesgado todavía.
Nuestro objetivo es ayudar al industrial que en estos momentos
va con el agua al cuello para pagar el alquiler de sus naves
o no se puede permitir comprar una en Barcelona y comarcas
cercanas. Prueba de ello es el hecho de que ofrecemos hasta
un 30% de bonificación a los industriales que quieran
establecer su empresa en Sant Guim de Freixenet. Las PYMES
están hoy completamente desamparadas y hay que empezar
a solucionar esta situación.
¿También se plantean la promoción
de viviendas en esas zonas?
La promoción de suelo industrial hará
necesaria también la promoción de vivienda.
Una cosa lleva a la otra. Lo importante para Grupo Rossell
en este momento es crear nuevas zonas industriales que permitan
a las empresas desarrollar su actividad de forma que puedan
asumir sus gastos. Pero para ello, insisto, es necesario mejorar
las infraestructuras. Lo demás vendrá por sí
solo. La creación de polígonos industriales
creará empleo en esas comarcas y también hará
necesaria la promoción de vivienda. Desde Grupo Rossell
creemos que en el plazo de diez años podemos llegar
a colocar en industrias y viviendas alrededor de un millón
de personas en l’Anoia y La Segarra.
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