Tras el éxito obtenido con la primera , ubicada
en la madrileña calle de Bravo Murillo, Ricardo
Salas y Adel Soso comienzan en 1999 una expansión
de su negocio abriendo otras dos tiendas más
céntricas en las calles de San Alberto y de
Espoz y Mina. Desde esta última, no sólo
vende sus productos al por menor sino también
al por mayor.
importa productos de países como Argentina,
Brasil,Venezuela, Perú y Cuba. Después
los distribuye al por mayor y detall en España
con su propio sello. Además, produce una serie
de artículos que para su comercialización
requieren el cumplimiento de unos requisitos sanitarios
y legales, como lociones o productos de uso íntimo,
utilizando las fórmulas magistrales de sus
países de origen y cubriendo a la vez las garantías
necesarias. Todos ellos son comercializados por más
de 300 tiendas en todo el mundo. En los centros se
dan cursos de Astrología y de Magia ritual.
tiene unos 6.500 productos distintos. Desde velas,
hierbas y esencias, hasta inciensos de todo tipo:
de albahaca para ahuyentar la envidia y atraer la
buena suerte, de vainilla para llamar a la salud y
la alegría, jazmín para la felicidad,
opium para la tranquilidad o alcanfor para la energía,
etc. También objetos esotéricos como
bolas de cristal, pirámides, campanas, crucifijos,
imágenes, herraduras y collares. Libros sobre
piedras, sueños, numerología, péndulos,
ángeles, gnomos y, por supuesto, sobre las
distintas religiones del mundo. Pero quizá
lo más representativo es su amplia gama de
tarots: redondos, masónicos, israelitas, egipcios,
rusos, eróticos…
Todos estos productos abarcan un sinfín de
religiones, desde la católica hasta el camdomblé,
vudú, santería o hinduismo. Su máxima
es que si no tienen el producto que les demanda el
cliente, se lo consigue, y se caracterizan por la
velocidad en la entrega, normalmente de hoy para mañana.
En estos momentos, cuenta con dos franquicias: la
de la calle Bravo Murillo y otra en Alcalá
de Henares (Madrid). Los requisitos que Ricardo Salas
y Adel Soso piden a un futuro franquiciado son: ser
emprendedor, tener ganas de trabajar y algún
tipo de videncia, como la lectura de las cartas, las
manos o las caracolas.
El precio de la franquicia es de 48.000 euros y el
interesado ha de tener un local, en propiedad o alquiler
por más de cinco años, que sea del agrado
de Ricardo Salas y Adel Soso. A cambio, le monta todo
el local proveyéndole de estanterías,
productos, ordenador, programas informáticos,
publicidad, tv, tarjetas, bolsas y trípticos.
Después, está en mano del franquiciado
vender sus propios servicios: lectura de manos, cartas,
caracolas o cursos.
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